Es una situación común: extiendes la mano para saludar a alguien y se retira, comentando lo frías que están tus manos. Incluso podrías experimentarlo tú mismo, preguntándote: «¿Por qué siempre tengo las manos tan frías?». Es una preocupación frecuente que lleva a muchos a creer que tienen mala circulación. Sin embargo, según el cirujano vascular Dr. Nicholas Morrissey del Columbia University Irving Medical Center, las manos frías a menudo no son un signo de problemas circulatorios graves.
El Dr. Morrissey aclara: «La gente suele vincular la temperatura de las manos directamente con la circulación. Si bien hay algo de verdad en eso, tener las manos y los pies fríos suele ser inofensivo». Entonces, ¿qué hay realmente detrás de este fenómeno frío y cuándo deberías preocuparte?
Las Razones Comunes Detrás de las Manos Frías
Experimentar manos frías es con frecuencia una respuesta fisiológica normal, particularmente cuando estás en un ambiente frío o manipulando algo frío. El sistema circulatorio de tu cuerpo está diseñado para regular la temperatura. El flujo sanguíneo a tus manos y pies ayuda a mantenerlos calientes. Pero cuando se expone al frío, tu cuerpo prioriza mantener el calor alrededor de su núcleo: tu corazón, cerebro y órganos vitales. Para hacer esto, reduce el flujo sanguíneo a tus extremidades, como tus manos y pies, para minimizar la pérdida de calor.
